En muchísimos países de América Latina, las fiestas de
los quince años constituyen un gran evento social: marcan el paso de una
muchacha joven a la adolescencia. Cada país tiene rituales y costumbres
diferentes; sin embargo, una de las más interesantes es la fiesta que se
celebra en México. Aquí la fiesta empieza ya en la madrugada, cuando un
grupo de mariachis le cantan e la quinceañera “Las mañanitas” u otra serenata. La celebración sigue con la misa de agradecimineto , en
una iglesia adornada con flores rojas. En algunos casos la quinceañera acude a la misa en un coche
antiguo o en una carroza en forma de calabaza, parecida a la de Cenicienta.
Después de la misa, ¡empieza la verdadera fiesta!
La quinceañera
luce un vestido muy elegante y vaporoso, generalmente de colores pasteles y se
coloca una tiara en el pelo. Todos los invitados se visten elegantemente: las
mujeres con trajes largos y los hombres
con traje y corbata. El primer baile es un vals, que la chica baila con su
papá, a éste le siguen los bailes con los quince muchachos más representativos
en su vida (amigos, compañeros del colegio, parientes), y cada uno de ellos le
regala una rosa roja. La fiesta sigue con otros bailes (pasodoble, merengue y
bailes modernos) hasta altas horas de la noche.
Un momento muy importante de la ceremonia es el cambio de
zapatos: el padre de la quinceañera
ayuda su hija a cambiarse los zapatos planos por unos de tacón. Este momento
simboliza que la joven deja de ser niña y se ha convertido en mujer. También,
en algunos casos, durante el primer vals el padre le regala una muñeca, para
indicar que ésta será la última que recibirá en su vida.
Classe II D